La Trampa: el pop salvará a la humanidad

por | 10-08-2024 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

Vuelve M. Night, el papá de Sexto Sentido

Se estrenó en cines esta semana un thriller de suspenso absoluto, con finas hierbas de Hitchcock y la firma de un director reconocido y polémico:  M. Night Shyamalan. El indio, que tiene fans y detractores en partes iguales, pone en el foco nuevamente a Josh Harnett cómo un asesino encerrado en un recital con su hija. Esto es La Trampa.

¿De qué va?

Un padre y su hija adolescente asisten a un concierto de música pop, donde se dan cuenta de que están
en el centro de un oscuro y siniestro suceso.

M. Night Shyamalan nunca pasa desapercibido. Cada vez que estrena nueva película la pregunta recurrente es ¿volvió?. Mejor hablemos de un director que nunca se fue, y lo demuestra en un thriller con un juego del gato y el ratón milimétricamente organizado.

Josh Harnett es Cooper, un padre amoroso con un trastorno obsesivo compulsivo complejo. Lleva a su hija Riley (Ariel Donoghue) al recital de su ídola pop Lady Raven (Saleka Night Shyamalan). Mientras nos enteramos que sus amigas ya no lo son tanto -y por eso él tuvo que ir al rescate-, comenzamos a notar que dentro del estadio todo es raro.

Policías, FBI, perros… parece haber una cacería humana y la víctima es El carnicero, un asesino serial despiadado que se equivocó y dejó un recibo de ese recital. Podría ser cualquiera, hasta un amoroso padre.

Lo que sigue a continuación es un relato de supervivencia, de juego del gato y el ratón desde el punto de vista del asesino metódico más psicópata del mundo. Mientras todas las puertas se cierran, Cooper siempre encuentra una ventana.

Aunque podría tomarse como algo arbitraria la forma en que se resuelven las cosas, es en el ritmo y en la capacidad interpretativa de Harnett donde esas preguntas nunca llegan a formularse en la cabeza del espectador.

Tras este plan está la Dr. Josephine Grant (Hayley Mills), una criminóloga experta que parece conocer al dedillo al Carnicero. El recital (escrito y cantado por Saleka -hija del director-) es el escenario perfecto para el desarrollo de la trama.

Los espacios, la sensación de continuidad, la diversidad de perspectivas… todo se va enlazando en el primer y segundo acto. En el tercero, el punto cambia y se develan algunas verdades. Allí, la figura de Lady Raven toma más vuelo, incluyendo la posmodernidad a la resolución del relato.

Grabada íntegramente en fílmico (algo que comparte con figuras como Christopher Nolan), La Trampa es una experiencia asfixiante. La focalización siempre en el asesino y su modus operandi nos demuestra que existen monstruos habitando nuestro mundo.

M. Night Shyamalan maneja la tensión y coloca inteligentemente la cámara. El enorme trabajo interpretativo de Josh Harnett, y la frescura de Ariel Donoghue y Saleka Night Shyamalan, hacen de La Trampa algo muy cinematográfico.

Como siempre nos ofrece el director que vive volviendo.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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