Superman: Krypto, la película

por | 11-07-2025 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

Un mundo completamente nuevo

«Es un pájaro, es un avión»… no, es Krypto. El súper perro más marketinero de internet estrena su presencia en la película de Superman, una nueva apuesta por crear un universo compartido en DC Comics, guiado por James Gunn, la mente detrás de Guardianes de la Galaxia.

¿De qué va?

En un mundo cínico que ha perdido la fe en la bondad, Superman lucha por reconciliar su herencia kryptoniana con su crianza humana en Smallville como Clark Kent. Mientras protege a la humanidad, encarna la verdad, la justicia y el estilo americano, desafiando una era que considera estos valores obsoletos.

Una nueva era comienza. Luego del intento fallido por parte de Warner para competirle al Marvel de Disney con Zack Snyder y su versión en cámara lenta y oscura, somos testigos de una (otra) tábula rasa con el primer superhéroe de la historia.

Otro reinicio, luego de una experiencia dolorosa y a destiempo, que no pudo aprovechar el viento de cola del género superheroíco que Iron Man inició. Hoy es otra la situación, ¿era necesaria entonces una nueva iteración de Kal-El? Superman, como los grandes mitos, siempre es necesario.

James Gunn comparte su forma de ver el mundo, luminosa, esperanzadora y con la saturación lo suficientemente alta para olvidar al Hombre de Acero de Henry Cavill. Pero el aporte del otrora director de Slithers también se ve en la interacción de cada uno de los protagonistas, y los personajes secundarios.

Superman no reviste demasiado análisis en lo formal o estilístico, los planos son correctos y por suerte (salvo algún que otro bebé extraño) los efectos visuales se mantienen en un alto nivel en todo el metraje. El diferencial está en la sustancia de donde nace, narrativamente hablando.

Es una historia de origen, pero sin volver a ver a un bebé saliendo de un planeta por explotar, o siendo recibido por dos granjeros de Smallville. Es el origen de un nuevo modo de ver el mundo, la crisis del paso de la adolescencia a la adultez, el fin de los ídolos de barro que son los propios padres, el descubrimiento de la vulnerabilidad del amor, y por supuesto: muchas piñas. ¡Y Krypto!

James Gunn pone todo su amor hacia los cánidos en el súper perro. Un desborde de anarquía, energía y tridimensionalidad que nos lleva a preocuparnos constantemente por él. De alguna manera, Krypto es el protagonista espiritual, una suerte de demonio de tasmania enchufado a 220V. Cada una de sus secuencias, hacen brillar más a la pantalla.

El tridente formado por David Corenswet (Superman/Clark Kent), Rachel Brosnahan (Lois Lane) y Nicholas Hoult (Lex Luthor) es el equilibrio necesario para que la receta no se desmorone. En una simbología numérica explícita que tiene la película, esta tríada personifica al máximo la belleza del número 3 y su perfección.

Todo mejora por la coreografía de carisma y angelamiento de los actores, y cómo personifican a sus contrapartes. Aunque algunas veces Superman recae en el rol de niño caprichoso (exacerbado hasta el paroxismo en la versión de Snyder), la dulzura de Lois y el desafío cínico de Lex, ayudan a contrarrestarlo.

El resto de los secundarios brillan, con tres personajes que se erigen muy por encima de la media: Nathan Fillion como Guy Gardner (tan altanero como querible), Edi Gathegi como Mr. Terrific (responsable que exista el segundo acto) y Skyler Gisondo como Jimmy Olsen (que es el gran héroe de la película).

¿Hay cameos? Por supuesto, pero se sienten reales y no forzados. Ver el Salón de la Justicia, o a Metamorpho (interpretado por Anthony Carrigan) desplegando sus extravagantes poderes sin querer que parezca «realista» van envolviendo a los espectadores hasta la sensación de aceptación y alegría por este nuevo tono.

Superman no es una reinvención del mito de los superhéroes, evoca a un espíritu más arte pop y comiquero de los sesenta, y desde allí construye un relato previsible pero efectivo. Apalancado por la tensión romántica sexual entre el tridente protagónico, un partennaire de lujo como Krypto y personajes secundarios con carnadura, ofrece entretenimiento del más puro.

Y no se le debe pedir más. ¿O acaso se lo pedimos en 2008 a Iron Man? James Gunn es un niño jugando con los muñecos en su habitación. Las piezas comienzan a acomodarse y sin lugar a dudas este universo tiene mucho más potencial que su antecesor, aunque den por hecho que todos entendemos como funciona un universo de bolsillo…

Etiquetas

Compartir en las redes

Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×