La película animada más taquillera

Algo está ocurriendo en materia audiovisual en Oriente. Poco a poco, el lugar reservado al cine de Estados Unidos está siendo tomado a base de grandes historias y cuidado trabajo cinematográfico por China, Corea y Japón. Ne Zha 2: El renacer del alma estrena en cines argentinos y explica el porqué de su éxito.

¿De qué va?

En Ne Zha 2, el joven espíritu mitológico debe enfrentar nuevos peligros que amenazan no solo su mundo, sino también su identidad. Conflictos internos y dilemas morales marcan su travesía, que alterna entre batallas colosales y momentos íntimos de profunda emoción. Enfrentando a enemigos antiguos y a nuevos aliados, Ne Zha deberá lidiar con el peso de sus decisiones y redescubrir su papel en el delicado equilibrio entre dioses y humanos. Esta secuela profundiza en el universo mitológico chino con una narrativa visualmente deslumbrante, emocionalmente conmovedora y técnicamente ambiciosa.

El terreno de la animación infantil es complejo y competitivo, y al ser un espacio de sendos dividendos siempre está en conflicto. La sorpresa es que el podio lo lleven dos películas chinas que mezclan personajes cómicos, épica belicista con fantasía y mitología oriental y muchas peleas.

Ne Zha 2: El renacer del alma, con una recaudación final reportada de US $2.213 mil millones frente a un presupuesto de unos US $80 millones, se consolidó como la película animada más taquillera de la historia, la película no angloparlante más exitosa y hasta julio ese año era la quinta más taquillera a nivel mundial y la de mayor recaudación anual en 2025.

Pero fuera de la esfera de los números estamos ante una obra gigante, que atraviesa por diversos climas y que además tiene mucho corazón. Ne Zha es la reencarnación de una fuerza demoníaca, con capacidad para cambiar el mundo o destruirlo, y ese juego constante lo pone en cuerpo de un personaje tan gracioso como peligroso.

Estamos ante una película ATP con una profundidad inaudita para Occidente. Nunca se toma por estúpido al espectador, nunca se sobre-explican las cosas, los personajes están llenos de matices y cuando algo debe ser duro y crudo, no se oculta. Y sin spoilear, el giro del villano es por demás sorpresivo.

Cuando el escenario se vuelve bélico, la acción supera a la saga de El Señor de los Anillos o a la secuencia final de Avengers Endgame, con batallas de miles de criaturas, con situaciones sucediendo simultáneamente pero sin dejar de ser claras para la vista. La cantidad de ideas visuales de Ne Zha 2: El renacer del alma es casi irresponsable.

La secuela logra atravesar los momentos más extravagantes y los conceptos más complejos de la mitología oriental, pero a la vez concentrarse en los sentimientos más cercanos y humanos. Un juego que logra construir a la par de un manejo matemático del ritmo, que en sus más de dos horas de metraje nunca aburre.

La familia y la búsqueda del ser como centro neurálgico, mientras que se cumplen a rajatabla todos los pasos del camino del héroe dictado por Joseph Campbell. ¿Y se pueden tener chistes de pedos? ¿O de pis? ¿O dragones traicionando a su líder en el infierno? ¿O demonios animalísticos vengativos? Bueno… sí, puede con todo.

¿Es necesario ver la primera parte estrenada en 2019? Obviamente ayuda, pero los primeros cinco minutos explican lo necesario. No obstante, es tan fuerte la mitología que lo mejor es empaparse, para más placer. Claro que eso no importa a la hora de las peleas: un combo de animación y texturas perfectas, con un montaje casi diáfano que permite disfrutar de todos los movimientos con claridad y epicidad. Una maravilla para la vista.

Ne Zha 2: El renacer del alma no se explica sólo por sus números. Es un espectáculo más grande que la vida, que a la vez la explica desde lo más profundo de sus preguntas. Un héroe que se debate entre la luz y la oscuridad, que moriría por sus amigos o familia, y que siempre (siempre) va a luchar por lo que importa. ¿Qué mejor enseñanza para los más pequeños?