Dos Monjas: Exorcismos Prohibidos – It´s a Man´s World

por | 15-11-2025 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

Poder femenino exorcisante

El cine de Corea sigue sumando títulos interesantes, y en este caso llega Dos Monjas: Exorcismos Prohibidos, que es parte de una saga que comenzó con Priest, en 2015. Un exorcismo que no tiene quien lo dirija, dos mujeres capaces de lo impensable y el catolicismo luchando contra el chamanismo, en otra muestra del horror oriental.

¿De qué va?

Ante la posesión de un niño y sin tiempo para esperar al exorcista oficial, dos monjas —Junia y Michaela— deciden romper las reglas de la Iglesia y realizar un ritual prohibido. Enfrentadas a una fuerza oscura y a la propia institución que les niega ese poder, deberán arriesgarlo todo para salvar al niño… y a sí mismas.

Oriente viene avanzando a pasos agigantados en nuestras pantallas. Finalmente, habiendo roto cierto techo de cristal, estamos recibiendo muestras del tipo de cine que llega de esos lares. Ya sea en festivales, o en este caso, en salas de cine comerciales.

Dos Monjas: Exorcismos Prohibidos está dirigido por Kwon Hyeok-jae, que ya había incursionado en este tipo de cine con Priest (2015) -incluso hay un cameo del personaje de Deacon Choi (Gang Dong-won)– . En este caso, pone a protagonizar a dos mujeres con mucha fuerza espiritual: Song Hye-kyo (Sister Junia) y Jeon Yeo-been (Sister Michaela), dos personajes que desde la empatía necesitan hacer algo para salvar el alma de un niño.

En la iglesia católica las mujeres básicamente son un adorno, un espacio de «cuidado», de «comprensión», de «refugio»… todas las tareas importantes son llevadas a cabo por hombres, desde oficiar en una misa, encargarse de la absolución o hacer exorcismos. En Dos Monjas: Exorcismos Prohibidos conocemos a dos monjas que deciden dar un paso adelante y no esperar a que los hombres hagan algo.

La historia se cocina a fuego lento, apoyado en la construcción de personajes (algo que en Corea hacen muy bien) y sobre todo en la edificación del verosimil burocrático. Como siempre sucede con los relatos orientales, el paso a paso y los usos y costumbres están a la orden del día.

El choque cultural y religioso del cristianismo con otro tipo de rituales es otra de las patas de la historia. El chamanismo, el tarot, los ritos apócrifos, cada una de las maneras que nuestras heroínas encuentran para ayudar al niño que está llevando a cabo la posesión, son retratados de manera respetuosa y muy cinematográfica.

La lucha entre géneros, la holgazanería de los altos mandos católicos y la falta de soluciones rápidas ante la desesperación, aprovechan el momentum para criticar a una estructura mastodóntica, machista y poco efectiva para resolver los problemas de la gente.

Dos Monjas: Exorcismos Prohibidos podría quedarse en la acción de salvar al poseído de sus demonios, pero además pone el foco en la mano que ayuda, en todos lo que tiene que atravesar por el sólo afan de ayudar. En algún punto se convierte en una experiencia frustrante y agotadora.

Cuando el exorcismo arranca, la película cumple al pie de la letra el manual de las buenas prácticas. Cosas que vuelan por los aires, voces espectrales, niños endemoniados y crisis de fé, son parte del paquete itinerante, que finaliza con un clímax explosivo. Casi literalmente explosivo.

Dos Monjas: Exorcismos Prohibidos es parte de un subgénero que en nuestro país funciona siempre. Es de esperar que el público que llegue a esta propuesta, se comprometa con una historia que fusiona lo occidental con lo oriental, sin olvidar que quienes lo atraviesan son humanos sintientes, mientras intentan vencer (una vez más y van…) al diablo.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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