Aquaman y el reino perdido: Jason Momoa y Patrick Wilson buscan salvar Atlantis

por | 21-12-2023 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

El fin de una era en DC con Aquaman y Orm en una buddy movie

El universo extendido de DC sigue en pleno proceso de restructuración, pero aún quedan historias por contar. Aquaman y el reino perdido es una película familiar y fresca que se apoya en sus protagonistas para ir a lo seguro en una dinámica donde nada se escapa de lo reconocido y genérico con un buen hacer audiovisual.

¿De qué va?

Aquaman (Jason Momoa) vive una vida idílica luego de varios momentos muy revolucionados: está casado con Mera (Amber Heard) y juntos tienen un hijo, es rey de Atlantis bajo la protección y consejos de su madre Atlanna (Nicole Kidman) y el rey Nereus (Dolph Lundgren) y reparte su atención entre asuntos de estado y ser padre. Pero el regreso de un vengativo Black Manta (Yahya Abdul-Mateen II) pondrá en movimiento una guerra postergada que llevará al protagonista a buscar y pedir ayuda a su medio hermano Orm (Patrick Wilson) que se encuentra en prisión.

Un nuevo mundo

Tener mundos conectados, multiversos, varias propiedades intelectuales bajo el mismo paraguas es tanto una bendición como una maldición. Las posibilidades narrativas son inmensas, la cantidad de historias infinitas, pero a la postre termina siendo un corset monopólico que comprime las ideas en aras de “un plan mayor”. Y eso le sucedió al Universo Expandido de DC Comics, y al plan de Zack Snyder.

El director que había llevado a cabo El hombre de Acero (Man of Steel, 2013), Batman vs Superman: el origen de la justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice, 2016) y Liga de la Justicia de Zack Snyder​​ (Zack Snyder’s Justice League, 2021) seteó las bases y dispuso los lineamientos de lo que sería este universo, no permitiendo que otros personajes de ese vasto universo puedan salirse de ese esquema. Quizás no haya sido una decisión de él, pero en una visión oscura y “seria”, no había lugar para productos más “livianos”.

Experimentos como Shazam! (2019) o El escuadrón suicida (The Suicide Squad, 2021) demostraron que podía haber algo, pero no maridaba bien con lo que planteaba el grupo general. Eso llevó a varios problemas estructurales que derivaron en la salida de la plana mayor de Warner / DC y el inicio de una nueva visión con James Gunn a la cabeza creativa. En medio de esa puja entre creativa y financiera es que nace la segunda iteración en solitario del personaje de Arthur Curry / Aquaman.

El mundo de Atlantis

Aquaman es un personaje subestimado, lo saben los comiqueros y también sus creadores. En el mundo de los cómics Geoff Johns, un escritor de fuste, lo primero que hizo al tomar su serie fue explicitar esos elementos para demostrar lo equivocados que estaban esas suposiciones. Sí, habla con los peces, pero además tiene una fuerza sobrehumana y al aguantar las presiones marinas puede dar saltos muy similares al vuelo, y puede utilizar magia atlanteana también.

Pero además, con la base de la mística de la Atlántida a su alrededor, se configura como un personaje colorido y con grandes historias y personajes secundarios. Y eso parece ser el caldo de cultivo para la atención que puso James Wan (director y creador de las sagas de El juego del Miedo, Insidious y El Conjuro) en este personaje en particular.

Aquaman y el reino perdido cuenta una historia sin el ruido del universo superheroico que lo circunda, se concentra en Atlantis y sus mitologías para apalancarse en sus especificidades y potencialidades. Si no existiese la Liga de la Justicia, Superman, Batman o Wonder Woman no importaría, aquí lo que importa son los atlantes y su rey.

Y centrarse en contar una buena historia sin necesidad de “vender” un universo conectado es lo que realza esta película que, sin ser una gema, divierte, entretiene y recupera cierto regusto aventurero que esta franquicia había olvidado.

Una comedia de personajes

Buddy movie (película de amigos o hermanos)​ es un subgénero nacido en la proto-era de los relatos en Estados Unidos. En estas historias los protagonistas suelen tener personalidades marcadamente diferentes pero, al superar el conflicto que plantea la historia, forjan un lazo y fortalecen su relación creando una sensación de respeto mutuo.

Ejemplos como Abbott y Costello,  Laurel & Hardy (El gordo y el flaco), Jerry Lewis y Dean Martin,  Jack Lemmon y Walter Matthau, Nick Nolte y Eddie Murphy, Mel Gibson y Danny Glover, Dan Aykroyd y John Belushi, Martin Lawrence y Will Smith, Jackie Chan y Chris Tucker, entre otros demuestra que esta es una tradición que atraviesa el tiempo.

Aquaman y el reino perdido es una buddy movie como tal, el centro está en la relación entre los hermanastros Arthur y Orm mientras van recogiendo información sobre una batalla ancestral en Atlantis y un secreto que se escondió de los libros de historia. Con el Ocean Master (tal su nombre de villano) en prisión, Aquaman debe romper las reglas y liberarlo -a pesar de haber sido el que lo colocó allí-. Este es el punto en donde ambos deberán dejar el resentimiento de lado y confiar mutuamente para que el mundo no llegue a su fin.

Además, esta segunda parte del personaje en solitario recupera algunos conceptos interesantes de la franquicia como el eco-terrorismo y la batalla cultural entre las profundidades del mar y la tierra, en un mundo que es 70% agua ¿por qué la Atlántida debería estar escondida?. Algo que James Wan maneja sin acentuar demasiado, permitiendo dejar algo entre tanta batalla y colores.

El legado

Frente a todos los pronósticos, Aquaman y el reino perdido es una película familiar y fresca, sin demasiada dificultad narrativa: hay un villano muy malo claramente definido, hay un lugarteniente poderoso que lleva su bandera, hay un héroe dispuesto a salvar al planeta, hay un antihéroe del que nadie confía pero es poderoso, hay un personaje en el bando de villanía con culpa, hay consejeros… parece que el legado a dejar luego de ver esta película es que nada más importa que la familia y los lazos.

En una tendencia a grandes relatos épicos y muchísimo-más-grandes-que-la-vida, volver a contar una historia de aventuras con una estructura clásica reducida a la dinámica de personajes queribles y con motivaciones claras y coherentes es casi una quimera en los grandes estudios. 

Repito, no es que Aquaman y el reino perdido sea una obra maestra del cine de superhéroes, sino que ante un género tan desgastado da gusto ver el buen hacer de un director para contar.

El resto, como la problemática con el reinicio de James Gunn, los problemas con Amber Heard, los cambios en la escena post-crédito, es todo confetti y serán cuestiones olvidadas en unos años. En ese entonces, sólo existirá una divertida película de aventuras que quizás le guste a las siguientes generaciones.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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