La hermanastra fea: fábula sobre la hegemonía

por | 13-10-2025 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

¿Quién es la más bonita de todo el reino?

Las historias fantásticas de los Hermanos Grimm siguen siendo clásicos al día de hoy. ¿Pero qué sucede con esas ideas que responden a cánones antiguos y algo desgastados? La hermanastra fea moderniza la historia de Cenicienta, desde el punto de vista de una de las hermanastras. Body horror, algo de humor negro y poco romanticismo, en una reinvención con clima de época.

¿De qué va?

En un reino donde la belleza es un negocio brutal, Elvira hará lo imposible por atraer la atención del príncipe y competir con su deslumbrante hermanastra. Entre cirugías grotescas, humor ácido y escenas cargadas de gore, la cinta transforma la inocencia del cuento de hadas en una pesadilla sobre el deseo, la fealdad y la obsesión por el cuerpo perfecto. Elvira no es un personaje para amar, sino para entender. Ella encarna los excesos de una sociedad que empuja a las mujeres al límite en nombre de la perfección.

En la historia original de Cenicienta, los malos son muy malos (interpretados por la Madrastra y ambas Hermanastras) y la heroína es una luchadora incansable, leal y bondadosa. ¿Pero cómo funciona eso en tiempos post-modernos de puros grises?

Está claro ya que para hablar de problemáticas femeninas es necesario la sensibilidad de una mujer para ponerse detrás de cámara, y Emilie Blichfeldt (venida desde las tierras de Noruega) cumple ese axioma con el agregado de una capacidad de poner de manifiesto normalizaciones a través de la sátira, de manera muy inteligente.

Esta reversión no se mete de lleno en el terror, cómo sucedió con otras adaptaciones de los últimos años, sino en el Body Horror que tan en boga está luego del éxito de The Substance. Se usa el asco y la maniobrabilidad del cuerpo como síntomas de un problema que ya acumula siglos en su haber.

Acá la madrastra es villanesca, sí. Pero además es idiota, y esa idiotez la llevó a casarse con el padre de Agnes (la Cenicienta en cuestión, Thea Sofie Loch Næss) creyendo que era millonario. Pero al morir, descubre que sólo heredó deudas. Esa frustración la lleva a organizar una transformación de su hija Elvira (Lea Myren) para que sea elegida por el príncipe.

Mientras que la madrastra usa el sexo como mecanismo de control, el Principe Julian (Isac Calmroth) hace lo propio como sinónimo de poder. No entra en la categoría de malvado por ello, simplemente aprovecha su condición de hombre y poderoso para intimar con quien quiera. El problema es que debe casarse con alguien, y ese alguien debe llenar varios casilleros de convencionalismos.

Las convenciones de la futura esposa no distan demasiado del furor por las trad-wives hoy: debe ser calladita, siempre sonriente, tener un cuerpo hegemónico, cocinar y saber bailar. Todas condiciones que Elvira no cumple, así que comienza el proceso de conversión.

Una transformación dolorosa y asquerosa, que involucra operaciones estéticas en tiempos de Doctor Frankenstein, pocas medicinas para el malestar post-operatorio y soluciones milagrosas. Un misterioso proceso que ayuda a bajar el peso va a ser el punto de no retorno para un cuerpo deformado.

La hermanastra fea se desarrolla en la época victoriana, pero tranquilamente podría tratarse de una historia actual. La capacidad de la directora es la de convertir, a través de la sátira, un cuento clásico en una fábula aleccionadora sobre el futuro y la poca capacidad de la mujer en decidir sobre su propio cuerpo.

Sátira, dolor, Body Horror, sonrisas forzadas, animales destruyendo cuerpos desde adentro, doctores malhabidos, madres desvergonzadas que tienen sexo con hombres poderosos por favores, nepotismo con poderío abusando… La hermanastra fea es tan actual que demuestra lo poco que se ha modificado el mundo.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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