¿Platón tenía razón?

Llega a los cines argentinos una de las películas más comentadas de los últimos meses. Michael Shanks consagra una ópera prima cargada de body horror, problemáticas actuales y preguntas filosóficas tan antiguas como el amor, en Together: Juntos hasta la muerte.

¿De qué va?

Tras mudarse al campo en busca de una nueva vida, una pareja comienza a experimentar fenómenos sobrenaturales que no solo alteran su vínculo, sino también su percepción de la relación… y de sí mismos.

La mayoría de las reseñas de este sitio arrancan hablando sobre el agotamiento actual del cine estadounidense, basado en franquicias, remakes y universos compartidos. Por eso es celebratoria la aparición de una película como Together: Juntos hasta la muerte para inocular sangre fresca a una industria algo desgastada.

Together: Juntos hasta la muerte no es una película de terror. Tiene secuencias que buscan generar terror, más ligadas al body horror (que se volvió mainstream luego del éxito de La Sustancia) y como forma de poner en valor una idea que subyace, una suerte de sótano oscuro que opera desde las sombras: la dificultad del compromiso y el amor en tiempos modernos.

¿Es entonces una historia de amor? Es algo similar a un tratado filosófico sobre esa idea platónica que al inicio de los tiempos el hombre y la mujer no existían escindidos uno del otro, sino que eran perfectos en su conjunto y completitud. Separados, se debilitaron, y es la razón por la que buscamos el amor para no sentirnos incompletos.

Esta idea, algo perimida en tiempos de ruptura de binomios deterministas, encuentra su vuelo en la literalidad de este concepto: Tim (Dave Franco) y Millie (Alison Brie) son una pareja que luego de encontrar una cueva con un líquido extraño, comienzan a notar que sus cuerpos buscan mezclarse… literalmente.

Lo interesante, y juego que funciona también para incomodarnos en el punto de vista e ir cambiando de favorito en la relación, es que a pesar de ser una pareja heteronormativa ella lleva la «energía masculina» y él «la femenina». Millie al principio parece intensa, mandona incluso, pero es quien lleva adelante la relación, toma las decisiones y hace que la cosa avance. Pragmatismo puro.

Tim en cambio, siempre parece estancado, depresivo y se lo pinta como un soñador utópico que no toma ninguna decisión y no deja de quejarse. El juego pone de manifiesto la idea que existe sobre el rol del hombre y la mujer en las relaciones del cine, y lo hace de manera sutil y efectiva.

Lo de Alison Brie es espectacular, el camino recorrido por la actriz desde Community es de celebrar, Dave Franco repite alguno de sus lugares comunes pero se favorece de un guión sólido que va ofreciendo información a cuentagotas, con buenos momentos de tensión y hemoglobina.

La tríada se completa con Jamie (Damon Herriman) que oficia de oráculo oscuro lleno de matices, en este proceso de transformación que lleva a cabo la pareja. Una pareja que va a enfrentarse ante el terror de haber tomado una decisión en conjunto de comprometerse, en tiempos donde el miedo y «la libertad» son moneda corriente. Nuevamente el género fantástico discutiendo la coyuntura a través de la narrativa.

Together: Juntos hasta la muerte es un brisa de aire fresco, una historia contenida pero efectiva, que se cocina a fuego lento y que es coherente y verosímil hasta el final. Una experiencia tensionante y asfixiante sobre el miedo al compromiso y las eternas preguntas que nos persiguen hace más de dos mil años… esas que siguen ahí, en alguna cueva escondida.