Trolls 3: Se armó la banda – Música, familia y verdad

por | 26-10-2023 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

Ternura, música y color

La franquicia animada que sigue creciendo con su elenco original, ahora va por más melodías. Trolls 3: Se armó la banda es básicamente un manifiesto sobre el concepto de familia, la sanguínea o la musical. Con la participación de NSYNC y grandes voces, es una propuesta ideal para toda la familia.

¿De qué va?

Asistimos al regreso a las pistas de Poppy (Anna Kendrick) y Ramón / Branch (Justin Timberlake), los ya conocidos Trolls de esta saga homónima con tres largometrajes y algunos cortometrajes especiales. Descubrimos el pasado de Ramón: fue el “niño joven” de una boyband (bandas conformadas por varones o mujeres, formada por cuatro o cinco integrantes, donde cada integrante responde a un perfil prefabricado) integrada por sus hermanos y llamada BroZone. Al no llegar a la armonía perfecta se distanciaron, ahora uno de ellos es secuestrado y deciden volver a unir a la familia / banda.

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Las películas animadas son un espacio de comodidad, pensadas -muchas veces- como un género menor, una vez establecida la franquicia la calidad va decayendo o en el mejor de los casos manteniéndose igual. Esto responde a que se cree que al ser para los más pequeños, no es necesario demasiado.

Como contraparte, al apelar a temas universales pueden lograr algunos chispazos de ingenuidad y ternura que en tiempos de modelos manufacturados son un bien escaso. Además, al responder a una estructura narrativa simple es muy fácil encontrar quienes son los buenos y quiénes los malos, esto permite cierto vuelo creativo al tener la convención ya establecida.

Trolls no es la excepción: en su primera parte nos comenzó llevando a un binomio común donde los tristes y feos eran los villanos, mientras que los felices y coloridos eran los buenos. Pero mientras descubríamos un esquema de tortura y muerte por parte de una raza que cenaba anualmente trolls para “lograr felicidad”, también comenzaba a vislumbrarse una cuestión mas de discusión con esas convenciones.

En la segunda parte se pasó de un pueblo en problemas a un mundo en conflicto, con la aparición de seis comunidades diferentes de trolls -físicamente distintos a los que conocíamos- que formaban parte del mismo germen de sociedad pero en un momento se pelean y separan. Cada una de esas sociedades correspondía a un género musical. Al final se confirmaba que (¡oh, sorpresa!) todos somos iguales.

Para ir a una parte tres había que aumentar a otros universos (para seguir la progresión entre la primera y la segunda) o ir a algo más íntimo. Es momento de salvar a la familia.

La sangre, con música entra

Trolls 3: Se armó la banda es básicamente un manifiesto sobre el concepto de familia, la sanguínea o la musical. Mientras Ramón se tiene que reconectar con cinco hermanos mayores que siempre lo ven como un nene, Poppy tiene que lidiar con el hecho de encontrarse con una hermana que su padre el Rey, le había ocultado; ambos hombres de su vida le mintieron sobre su familia… alarma para la protagonista. 

Pero todo esto tiene que aglutinarse en una estructura musical, así que allí entran en escena Velvet (Amy Schumer) y Veneer (Andrew Rannells) dos hermanos que hacen pop y secuestran a uno de los BroZone para extraerle el talento, esto hace que Floyd (Troye Sivan) comience a perder la vida de a poco.

El humor sigue presente en la saga, con algunos buenos chistes de diálogos y otros gráficos; pero lo que más pesa es la autoconsciencia, Trolls 3: Se armó la banda conoce el género y lo hace saber, se apalanca en ciertos lugares comunes del género y desde allí abre algunas búsquedas. Tampoco es disruptiva, es una película menor, pura autoconciencia.

Y además de tener algunos chistes para los más grandes, tiene algunas escenas psicotrópicas cuando la animación 3D vira al 2D para hacer referencia al Submarino Amarillo de The Beatles. La humorada continúa un poquito más allá de ese guiño.

De reencuentros y crecimiento

No sólo somos testigos del reencuentro familiar, sino también de los personajes con su pasado, su orígen o sus deseos. Además: se vuelve a juntar NSYNC, ya que Justin Timberlake aprovecha el “chiste” de que su personaje formó parte de una boyband para hacia el final cantar junto a otro grupo explicando “¿creyeron que sólo formé parte de una banda?”. Un hecho que terminó siendo el gancho prenseable de esta continuación.

Los que más salen desfavorecidos son Bridget (Zooey Deschanel) y King Gristle (Christopher Mintz-Plasse), grandes protagonistas de la primera parte, que no aparecían en la segunda sino hasta el final como chiste, y que en esta tercera entrega -recién casados- terminan participando del conflicto final de manera tangencial y muy arbitraria.

Los mezcladitos con canciones populares tienen su momento, al igual que los temas originales con color y baile. Trolls 3: Se armó la banda deja un buen sabor de boca, sabiendo desde donde se cuenta, sin traicionarse pero con algunos atajos de guión que le restan en el producto final. 

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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