El primero se presentaría en tercera persona, y diría algo como:

«Elian Aguilar terminó sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata en el 2005, en la carrera de Comunicación Audiovisual. Realizó más de 20 cortos en el área de sonido, fotografía, y dirección. Realizó el guión y postproducción de sonido del largometraje “Muertos de Hambre” (16 mm blanco y negro, 2003); la dirección, el guión, cámara y efectos visuales del cortometraje “El fin absoluto del mundo” (Mini Dv, 2012); el guión, dirección y postproducción del largometraje documental “Rojo Sangre: diez años a puro género” (DV, 2010); y la dirección y post-producción del largometraje “Sangre Negra: Aldo Knodell debe morir” (HD, 2013), además de tres largometrajes como asistente de dirección. En 2016 realizó el programa web D.I.A. (Directores Independientes Argetinos). Durante el 2011, editó un libro sobre adaptaciones de comics y películas de superhéroes para la editorial Fan Ediciones llamado “Cine Superheroíco”, y participó del libro sobre los 20 años del BARS. Fue editor de la revista «Cine fantástico y bizarro», y conductor del programa radial «La previa cinéfila», fue gerente de contenidos digitales en Clarin, Viacom CBS y History Channel. Realizó tres podcast, actualemente se está publicando su podcast «Venus en Fílmico» junto a Carolina Marenghi. En 2023 se publicó un cuento de terror de su autoría en El umbral de la ficción – 8 relatos de terror y fantasía, de Editorial Ofidia. Trabaja como parte de la organización del Festival Buenos Aires Rojo Sangre hace más de diecisiete años.”

¿Y que diría ese otro personaje?

«Soy escritor, cineasta, fanático, geek, nerd, músico, todos los libros que leí, soy los comics que devoré en mi cuarto bajo la luz de una linterna.
Soy las miles de horas de películas y series que consumí. Soy los años de Universidad Pública. Un fanático del orden, pero adicto a la creatividad.
Soy fanático de Flash, pero tengo cientos de comics de Batman. Amo a Neil Gaiman, a Julio Verne, a Elsa Bornemann.
Tengo el superpoder de leer rápido, y a pesar de que nunca me aprendí las reglas ortográficas encuentro los errores cuál si fuera un error en la Matrix.
Amo crear, amo escribir, mantengo una relación de amor y odio con la post-producción y la edición de textos.
No me despego del celular, y consumo toda información sobre tecnología, medios y contenidos que encuentre.
Me encanta la discusión, la enseñanza y el aprendizaje. Difundir la cultura popular es un apostolado.»