El nuevo ícono gore
Vuelve Art the Clown, el nuevo influencer slasher del cine de terror. Y lo hace en una tercera parte de una saga de cuatro películas, con un éxito internacional en sus espaldas y una historia que va marcando el tono de una búsqueda similar a los monstruos de los ochentas. No hay mejor fecha que estrenar Terrifier 3: Payaso Siniestro en Halloween.
¿De qué va?
Los amantes del cine de terror se sumergirán en una experiencia aterradora mientras Art The Clown despliega su maldad, llevando la tensión y el horror a nuevos niveles de caos sobre los desprevenidos residentes del condado de Miles durante una tranquila Nochebuena.
Parecía que nunca iba a llegar el momento de disfrutar de nuevos monstruos en pantalla grande. Luego de un crecimiento exponencial a finales de los setentas con Halloween, y una decaída en los noventas (que culminó con ese epílogo que fue Scream), el slasher con figuras fuertes se deslució.
Pero llegó Terrifier.
Nacido en All hallow’s eve, una película episódica de 2013 dirigida por Damien Leone, el personaje fue tan bien recibido que tuvo su película en solitario. Un espectáculo de tripas y gore, que automáticamente catapultó al personaje a la categoría de rockstar de la hemoglobina.
Y cuando su segunda parte golpeó en la cara a la sociedad, todo fue ganancia. Con un presupuesto mucho mayor, Damien Leone decidió impulsar su carrera como auter, poniendo su nombre grande en el póster y dotando a Art the Clown de una historia de origen potente.
Lo que era simplemente una persona vestida de payaso aterrorizando mujeres, terminó siendo un ente demoníaco más cercano a Freddy Krueger que a un asesino serial. Y Terrifier 3: Payaso Siniestro aprovecha para expandir eso.
Quizás sea su punto más fuerte y eslabón más débil a la vez. Esta tercera parte se siente larga y estirada, pero toma carrera cuando el asesino del averno se divierte asesinando de las maneras más soeces e irrespetuosas para la condición humana que se puedan encontrar.
¿Vale la pena detenerse en los personajes y su vida? ¿O es mejor sólo deleitarse con la inventiva de Art en su modus operandi? Hay algo de contradicción en esto, ya que ambas cosas son necesarias y se robustecen si se manejan de manera ordenada y equilibrada.
Terrifier 3: Payaso Siniestro expande el universo, pero para hacerlo desordena el relato. Va hacia el pasado, retoma cosas de su antecesora, para luego volver al presente y nunca más ir hacia atrás. La información que ofrece sirve, pero la puesta a punto no es tan efectiva. Utiliza personajes dándole chapa para luego desaparecer.
Pero cuándo uno comienza a lamentar la posible llegada de algo similar a un aburrimiento, comienza la matanza. Y no hay quien se salve. Terrifier reparte a trote y moche, rompiendo el acuerdo tácito sobre ciertas víctimas en el cine de terror. Una falta de respeto intoxicante y oxigenante al mismo tiempo.
Hacia el final del tercer acto las conocordancias con el mencionado Krueger se exacerban, dejando todo listo para una cuarta parte. Hay Art the Clown para rato, y no podemos más que alegrarnos al respecto. Eso sí, que la franquicia no le gane al horror.
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