35º Festival de cine de Mar del Plata – Al morir la matineé (Red Screening)

por | 22-11-2020 | Cine, Análisis, Reseñas | 0 Comentarios

Una de las películas más esperadas de este festival es sin dudas Al morir la matineé, una producción uruguaya (en co-producción con Argentina) con muchas luces de neón, «tá», sangre y ojos… muchos ojos. Dirigida por Maximiliano Contenti (mismo director de Muñeco viviente V, una película con mucho espíritu Farsa Producciones), estamos ante un espectáculo de amor al cine, con muchas referencias al slasher de los 80s, pero también a una suerte de cine de nostalgia que está siendo desarrollado en todas las latitudes.

¿De qué va? Montevideo, 1993. Una noche tormentosa en el “Cine Opera”. Durante la proyección de una película de terror italiana, un hombre particularmente sospechoso ingresa a esta proyección de matinée poco concurrida. Ana, la hija del proyeccionista, queda a cargo de la última función, tomando el lugar de su padre sólo por esta noche. En la oscuridad de la sala, los espectadores comienzan a caer en las manos de este hombre. El astuto asesino logra hacer del propio cine un callejón sin salida. Ana, desde la sala de proyección, se da cuenta de que algo fuera de lo normal sucede; teniendo que enfrentarse a situaciones extremas para salvar su vida, la de los espectadores, y evitar que se realice una masacre sangrienta.

Estamos frente a un cine claramente explotation, que se encarga de mezclar elementos para encontrar un sabor único y extraño. Un poco de Mirada de Cristal (2017, Ezequiel Endelman y Leandro Montejano), otro poco de Jason Voorhees y una pizca de Cinema Paradiso (1988). Aderezar con sangre y ojos a gusto y ¡voilá!
Todo destila sabor a amor por el cine, desde la búsqueda de potenciar los espacios de una sala que termina siendo gigantesca y llena de recovecos, un preciso trabajo del color y sus paletas, una música que va de la mano con lo que se cuenta, y de una época… una época donde no se buscaban los nombres de las actrices en imdb, se fumaba mucho, y los teléfonos sólo eran de pared.

En un inicio espectacular, con una atmósfera lluviosa y húmeda que recuerda a Blade Runner (1982) se van asentado las bases de quienes van a habitar la trama. Lamentablemente, aquí radica para mí uno de los problemas de la película: a pesar de tomarse un tiempo con cada uno, no se terminan de definir o generar empatía. Exceptuando la muerte de uno de los personajes que creíamos protagonista, el resto de las muertes producen poco impacto al no conectar con cada uno de lxs fallecidxs; pero esto es algo común en el cine slasher, así que podríamos sentar las dudas de una posible búsqueda. Luego, el uso de la cámara lenta no termina de ser funcional nunca a lo que se cuenta, pareciendo más un artificio que algo aplicado a la historia.

Las muertes son todas sorprendentes y directas. No se escatima en sangre y se agradece que las protagonistas femeninas no apliquen solo como scream queens, sino que también pateen culos. Aunque en un momento el ritmo baja y la película decae, sólo hace falta llegar a la secuencia final con el poster de fondo de Plaga Zombie, y ese homenaje a una de las escenas más conocidas del cine (en su tríptico Acorazado Potemkin / Los Intocables / La Pistola Desnuda 33 1/3) en su versión uruguaya y asquerosa para irse con una sonrisa en el rostro rememorando esos viejos tiempos en el videoclub devolviendo la película del asesino de la semana. ¡Y sin olvidarse de rebobinar!

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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