Gracias a la gente de Argentina Comic Con pudimos ser parte de una rueda de prensa íntima con Danny Trejo, protagonista de “Machete” y cientos de películas más. Desde el inicio muestra sus cartas: es un showman. Cuando entra al salón lo hace a paso decidido y con una ancha sonrisa en el rostro. Busca contestar todo en español, pero se traba y pide ayuda. Lo alentamos a que hable tranquilo en inglés. Su risa es contagiosa y no repara en volumen, se lo nota centrado y con los pies en la tierra.
Lo primero que queremos saber es, ¿en qué medio te sentís más cómodo? ¿En la televisión o en el cine?
No me importa, es lo mismo. Si pasó el cheque… ¡Vamos!
De “Runaway train” (N.de R.: la primera película de Trejo en el mercado estadounidense, donde hace de boxeador), ¿qué recordas de esa experiencia y cómo ves la evolución del cine de acción en Estados Unidos?
Fue mi primera película, donde comencé. Ahora hay mucho más latinos, pero necesitamos apoyarlos más. Cuando está Mario Lopez en la televisión (¡y yo no lo aguanto!) lo prendo, nomás porque es latinoamericano. Por ejemplo, hicieron una película como “Black Panther”, los afroamericanos la apoyaron y explotó. Si apoyamos más, van a existir más latinos en las películas; nosotros siempre decimos “es culpa de ellos por no poner latinos”, pero no, es culpa nuestra. Si hay una película de latinos y vamos todos, y recauda mucho… van a traer a otros latinos.
Trabajaste con grandes directores como Robert Rodriguez, Rob Zombie, Rob Cohen (por ejemplo), ¿qué aprendiste como actor trabajando con ellos?
Robert Rodriguez es un director de actores; el va a decir “hagámoslo”, otros directores dirían “hagámoslo a mi manera”, que se vayan a la puta madre, si pasó el cheque… (risas). Directores como Rodriguez, Rob Zombie, y algunas directoras que ahora no recuerdo sus nombres… aman lo que hacen, les encanta. Es mucho más divertido trabajar con ellos, mientras que hay otros que han hecho miles de producciones y están como diciendo “sí, sí… pone las luces ahí…”
Perdieron la pasión…
¡Exacto, perdieron su fuego interno!, capaz trabajan de corazón, pero perdieron la pasión. Robert Rodriguez y Rob Zombie no perdieron eso, incluso Rob sigue teniendo su banda de rock… lo voy a ir a ver el 17 de agosto en Austin, que va a estar junto a Marilyn Manson… seguro va a ser muy divertido.
Si tuvieras que decidir entre Robert Rodriguez y Quentin Tarantino para decir quién es el más loco de los dos…
El problema es que si ellos dos están hablando y te pones en el medio, te va a dar un electroshock, porque los dos… (hace ruido de rayos lasers que van de cabeza a cabeza). El Quentin está loco todo el tiempo, todo el tiempo; y el Robert es más simpático, pero su mente está lleno de ideas todo el tiempo.
¿Y alguna anécdota?
Muchísimas, con Quentin una vez en Austin seguíamos a las cinco de la mañana dando vueltas y él me insistía en seguir abriendo barras, y yo me quería ir a mi casa a dormir. Y el insistía “¡vamos, vamos!” (imitando la voz) (risas).
No haces los stunts (N. de R.: dobles de acción que se encargan de las escenas más físicas de una película) de tus películas, y dijiste varias veces que no necesitabas probar tu coraje haciendo escenas de acción. ¿Pero qué hay de la diversión de hacer esas escenas? ¿Y qué pensas de los actores que hacen las escenas de acción ellos mismos?
Mis stunts trabajan mucho, y voy a decirte esto: hay muchos actores que dicen “yo hago mis propias escenas de acción”… ¡mentira! Las aseguradoras tienen seguros preparados para las películas por millones y millones de dólares, entonces un segundo… si yo me rompo el tobillo en una escena solo para decir “eeeeyyyy, soy muy macho” (en español), puedo hacer perder el trabajo de ochenta personas. No voy a arriesgar el trabajo de esas ochenta personas solo por ir a un programa de televisión nocturna y decir “tengo huevos” (en español), no lo haría. Yo cuando estoy en el rodaje (hace un silbido como de llamada) “ey stunt, ven… salta por acá” (risas).
Danny, vos trabajaste con Michael Mann en “Fuego contra fuego” (Heat), ¿cómo fue la experiencia de trabajar con tamaño director y elenco? Y allí, tu nombre es Trejo.
No vas a creer esto, pero Michael Mann hizo una película con mi tío Gilbert, que era preso. E hizo una película con él llamada “The Jericho Mile” (N. de R.: una película directo a video, de 1979), que era sobre un corredor. Y mi tío era uno de los corredores mexicanos en esa película, y se llevó muy bien con Michael Mann, que lo puso bajo su ala y le pagó el trabajo. Luego me llamó a mí y cuando empezamos a grabar me decía siempre “¡Gilbert!” y yo le decía “no, no… yo soy Danny” (risas), se cansó de cambiarme el nombre, así que el personaje de la película terminó llamándose Gilbert Trejo en honor a mi tío.
¿Qué pensas de los discursos anti-inmigración de Donald Trump?
(piensa unos segundos la respuesta) Estados Unidos ahora se alimenta del miedo… recuerdo el poster de un mexicano que escaló hasta la cumbre del Everest e hizo un cartel que decía “Donald Trump, arma tu muro… yo lo escalo” (risas) ¡Me encantó, hermano! Porque hagas lo que hagas, la gente siempre va a querer una vida mejor. Y las mentiras no las creen, nos dicen del problema de la droga ¡es mentira!, la cantidad de droga que llega desde la frontera, de gente que viaja desde la frontera es nada comparada a la cantidad de droga que viene de Canadá, o a través de Los Angeles o Nueva York…. La gente que cruza, la gente que viene, no se… de El Salvador, es gente que viene a trabajar. Y es gracioso escuchar que nos vienen a robar el trabajo. Y nunca, ¡nunca! Escuché a nadie egresado de Harvard, de Yale, de USC, decir “quería ese trabajo limpiando autos pero me ganó el inmigrante” (risas). ¿Qué carajo? No están buscando el trabajo de otras personas, sólo buscan trabajo para ellos y su familia. Y la parte más triste es que tenemos una guerra contra los inmigrantes, y nuestro país se formó a partir de los inmigrantes.
¿Qué te gusta más? ¿Hacer de héroe o de villano?
De nuevo… ¿Qué más da? A mí no me importa… Si el cheque pasa, estamos listos. Es que no hay nada especial en esto, es un trabajo. Y si fuese un pintor de casas no diría “ah, no no… no quiero pintar esa casa”. ¡Sólo páguenme el depósito! Así es como veo la actuación, es un trabajo.
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