Tom Holland está de parabienes. Además de haber terminado de grabar la tercera película de Spider-Man dentro del MCU, tuvo la posibilidad de grabar dos películas con directores de renombre: Cherry (de los hermanos Russo, los mismos de Avengers Endgame) y la que nos convoca hoy… Caos: El inicio, dirigida por Doug Liman.
¿De qué va?
En un futuro no muy lejano, en un mundo donde las mujeres han desaparecido y los hombres han sido afectados por “el ruido” -una fuerza que exhibe todos sus pensamientos- Todd Hewitt (Tom Holland) se encuentra con Viola (Daisy Ridley), una joven misteriosa que ha aterrizado en su planeta. Con Viola bajo riesgo, Todd jura protegerla y ponerla fuera de peligro. Para salvarla Todd tendrá que controlar su “ruido”, descubrir su propia fuerza y desbloquear todos los oscuros secretos que guarda su planeta y su comunidad.
La película está basada en una serie de libro escritos por Patrick Ness (ésta película en particular se centra en The Knife of Never Letting Go, la primera parte de la saga de libros titulada Chaos Walking). Si les suena el nombre del director, es porque Doug Liman dirigió entre otras cosas Identidad desconocida (The Bourne Identity) y la genial Al filo del mañana (Edge of Tomorrow). Pero él no fue la primera opción para dirigir: fue Robert Zemeckis (Back to the Future, Forrest Gump) que por problemas de agenda sólo ofició de productor. ¡Y hay más! Como el libro es bastante introspectivo, se convocó al guionista Charlie Kaufman (Being John Malkovich, Eternal Sunshine of the Spotless Mind) para adaptar el guión. A los meses se retiró por diferencias creativas.
Caos: El inicio tiene los problemas de un mastodonte (costó más de 100 millones de dólares) que tuvo problemas desde su pre-producción, con caos (je) en la producción que requirió volver a grabar muchas cosas, y una cantidad exacerbada de guionistas que van lastimando el relato a medida que avanza la trama. Al inicio todo es la típica historia Young Adult (esas novelas distópicas para adolescentes): una sociedad futurista compuesta solo de hombres, que deben controlar “el ruido”, que es básicamente la exteriorización de sus propios pensamientos. Esta postura de “ser el macho que se aguanta lo que siente” es de lo mejor a nivel conceptual de la historia, ya que en esta sociedad es mas “fuerte” el que puede esconder mejor “su ruido”. Pero eso se va al garete en el momento de la aparición de Viola (Daisy Ridley, la Rey de Star Wars).
Todd conoce a una mujer por primera vez, una mujer que cae del cielo en una nave/barco y la protege ya que por alguna razón que manda el guión, los pueblerinos quieren asesinar a la única mujer viva (?). Obviamente, se irá enamorando (o dejando que sus hormonas tomen el control) mientras van saliendo a la luz los secretos oscuros de esta sociedad y su máximo líder: el alcalde Prentiss (Mads Mikkelsen). Todo parece indicar que sólo en ese planeta el ruido existe, y no afecta a las mujeres.
Caos: El inicio es una muy buena idea inicial, que no se desarrolla eficazmente. Mientras más avanza el relato, más se vuelve inentendible todo. Ni Holland ni Ridley le inoculan ángel a sus personajes, y se terminan volviendo molestos, se vuelve complicado empatizar con ellos. Tampoco entendemos hacia donde vamos en la historia, lo que nos empieza a expulsar más y más. Estoy seguro que Doug Liman no gustaría de estar cerca a la hora que vemos su película, porque si el ruido existiese… no le agradaría escuchar lo que pensamos.
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