Continúa el monsterverse a paso firme y pesado
Adam Wingard se ha convertido en un director experto en kaijus estadounidenses. Desde Godzilla (2014), el monsterverse de Legendary Pictures ha crecido a pasos agigantados con películas, series animadas, series live-action, videojuegos y cómics. Se viene un nuevo escalón, llega Godzilla y Kong: El nuevo imperio.
¿De qué va?
¡La batalla épica continúa! El cinematográfico Monsterverse de Legendary Pictures continúa el explosivo enfrentamiento de “Godzilla vs. Kong” con una aventura completamente nueva que enfrenta al todopoderoso Kong y al temible Godzilla contra una colosal amenaza no descubierta escondida dentro de nuestro mundo, desafiando su propia existencia y la nuestra. “Godzilla y Kong: El nuevo imperio” profundiza en las historias de los Titanes y sus orígenes, así como en los misterios de la Isla Calavera y más allá.
Varios fueron los intentos de llevar a los monstruos gigantes a la pantalla idem en Estados Unidos. Luego del éxito de Pacific Rim, de Guillermo del Toro, Legendary Pictures entendió que podía revivir a Godzilla y todos los kaijus orientales, configurando una franquicia exitosa y sorpresiva.
Godzilla y Kong: El nuevo imperio es una nueva parte en esta saga. Conecta todo lo que vimos en las anteriores y trae algunas sorpresas que evitaré spoilear.
Se contradice un poco con lo sucedido en la serie Monarch: Legacy of Monsters de AppleTV+, pero logra llevar el sentimiento de acción y espectacularidad a otro nivel.
Ahora, los protagonistas son los monstruos y los «humanos» son meros espectadores.
Rebecca Hall, Brian Tyree Henry y Kaylee Hottle regresan luego de Godzilla vs. Kong. Se suma al reparto el multifacético Dan Stevens, que quiere imponer un personaje duro y empático, quedando algo desdibujado.
Se establece el status quo de la parte anterior: Godzilla se queda en la Tierra cuidando al mundo de los Titanes, mientras que Kong vive en la Tierra Hueca. El concepto, acuñado de la ciencia ficción especulativa más terrenal, terminó siendo un buen hilo desde donde tirar para encontrarse sorpresas.
Mientras Kong no desafíe en la Tierra a Godzilla todo va a estar bien. Pero un nuevo villano surge, con ganas de conquista en ambos reinos.
La película se desarrolla en su mayoría en la Tierra Hueca, logrando sumar monstruos a una galería ya de por sí bastante potente. Además, conecta con todo lo aprendido sobre la Isla Calavera, ya sea en la primera aparición de Kong, como en la serie animada de Netflix.
El nuevo villano, una suerte de espejo oscuro del simio gigante, no necesita decir una palabra para presentarse y mostrarse tal cual es. Lo más primitivo al poder, la oscuridad más perfecta. Tanto que, sus motivaciones son casi humanas.
La adición del mini Kong (alineada con la fiebre de Baby Yoda) apuesta a sumar kaijus regulares que permitan darle una sobrevida a la franquicia y no agotarla por cansancio. Algo que le sucede al MCU con los villanos descartables.
El tercer acto es todo lo que se necesita en una pantalla gigante. Cada una de las líneas convergen logrando una secuencia que va creciendo hasta un punto de emoción juvenil que genera cosquillas en el estómago. Claro, para llegar a ese punto debimos abandonar muchas barreras del verosímil.
Pero que bien se siente volver a esa sensación lúdica e infantil.
Lo dicho: esta nueva adición es un espectáculo total. Divertida, desfachatada, con buenos efectos visuales y fan service por doquier. Godzilla y Kong: El nuevo imperio logra sumar una perla más al collar del monsterverse con algo de sentido y mucho de autoconsciencia. Ideal para ver en cines con amigos y pochoclo.
0 comentarios