La Noche del Demonio: La puerta roja – El final es en donde partí

por | 06-07-2023 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

Puerta Roja como la sangre, como el linaje…

Luego de cinco películas (dos que no tuvieron ninguna relación con la familia protagonista original) la franquicia de Insidious -acá llamada La noche del demonio- llega a un final con el elenco original. Arte, culpa y familia dirigida por el debutante Patrick Wilson.

¿De qué va?

En La Noche del Demonio: La Puerta Roja, esta franquicia dedicada al horror reúne al elenco original para el episodio final de la terrorífica saga de la Familia Lambert. Con el propósito de eliminar a sus demonios de una vez por todas, Josh (Patrick Wilson) y un Dalton ya universitario (Ty Simpkins) deben explorar El Más Allá con una profundidad nunca antes vista, encarando a la vez el oscuro pasado de su familia y todos esos terrores horripilantes e inesperados que acechan detrás de la puerta roja.

Lo primero a encarar es el elefante rosa en la habitación: La noche del demonio: La puerta roja es más un drama familar que una película pura de terror. ¿Eso quiere decir que se sube a la A24neta de no hacerse cargo del género e intentar generar terror sofisticado? Tengo mis dudas.

Esta es la primera película de Patrick Wilson como director, luego de ser el preferido de James Wan y ser convocado tanto para Insidious como para The Conjuring (y haciéndonos creer que sólo existe un tipo de padre de familia en situaciones yanquis de fantasmas), y no olvidemos Aquaman.

Patrick ama a los personajes de esta franquicia, los conoce, y tener la posibilidad de volver con el cast original simplifica la manera de trabajar en el set. Desde ese lugar, toda la película parece una suerte de estudiantina más cercana a la reunión de American Pie, que a una de terror puro.

¿Lo digo peyorativamente? Para nada. Se toma mucho tiempo (y se agradece) para volver a colocar a los personajes en la nueva situación, recordándonos su situación pre-existente y haciendo que nos preocupemos por lo que pueda suceder. Ahora, eso también atrasa la aparición del terror… lo que la convierte en una película difícil para quien no siguió nunca la franquicia.

Padre e hijo con poderes de proyección astral fueron intervenidos para borrar su memoria. Dalton cree que perdió un año completo de su vida al estar en coma, mientras que Josh vio su vida desmoronada ante una situación de constante pérdida… una suerte de bruma en su memoria, que lo pierde en su realidad, en sus sentimientos y en su personalidad.

Josh perdió a su familia, y no sólo porque los quiso asesinar en un sótano (bueno, en realidad un fantasma usando su cuerpo pero andá a explicárselo a alguien) sino porque nunca más pudo volver a ser él mismo.

Dalton se metió de lleno en el arte, y la llegada a la universidad forzando un contacto con su parte más inconsciente -para así dibujar mejor- es lo que comienza a romper el muro de la memoria y vuelve a conectarlo con su proyección astral. Lo mismo ocurre con su padre, pero a través de la culpa.

Esto es lo mejor trabajado (PARA MIIIIIIII) de la película: el terror no viene de los fantasmas, viene de como padre e hijo ante la total falta de conexión real deciden hacer un trabajo de sanación que los enfrenta a algo que los supera y puede exterminarlos.

El terror usado como excusa para hablar de temas más profundos y reales.

Josh comienza a hacerse estudios pensando que tiene demencia, y cuando la medicina no le da respuestas algunos fantasmas de su pasado van a ponerlo en camino a las patadas.

Dalton consigue una aliada en la universidad (que no parece demasiado sorprendida por el hecho que una persona tiene la capacidad de ir a un espacio entre realidades) y comienza un retorno a la situación en la que se encontraba diez años atrás… claro que el demonio de rojo tiene mucha paciencia y lo estuvo esperando todo este tiempo.

Es positivo el hecho que se hable de temas universales y profundos usando el terror como autopista. El tema es que el director en su falta de experiencia no potencia las apariciones espectrales desde el lenguaje audiovisual. No producen el suficiente terror porque el timing, los tipos de plano, el sonido y las reacciones de los personajes no están correctamente alineados. Se notan las buenas intenciones, pero falla en la puesta en plano.

La Noche del Demonio: La puerta roja es más una película para los fans de la saga que un producto en sí mismo. Es una buena manera de borrar del canon a la cuarta y quinta parte, enlazando a las tres que tienen como protagonista a la familia y dándole un cierre justo y perfecto. Algo que no es tan común en franquicias con tantos estrenos en su interior y que se agradece con ahínco.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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