Es una suerte de secreto a voces, ese tipo de consumo cultural que no es irónico y se configura en esa extraña entelequia denominada «cine de culto«.
Un guión póstumo de un escritor -que cómo la película, también es de culto y se mantuvo en las sombras- que dictó a su hijo las últimas palabras antes de fallecer.
La historia de un hombre de 14.000 años que sigue vivo hasta nuestros días. La historia de la humanidad y sus grandes interrogantes en un salón al atardecer. Si no escucharon de ella, les contamos sobre «The Man from Earth«.

El cuento de la historia

Jerome Bixby escribió durante años, escondido en varios pseudónimos y en épocas de gigantes (contemporáneo de gente como Asimov, por ejemplo). Fue vital para la ciencia ficción de antaño con historias que fueron adaptadas a la televisión o al cine (la historia original de Fantastic Voyage, episodios de The Twilight Zone), guiones para la serie de Star Trek original, y otros guiones que sirvieron de disparadores, como sucedió con su primer guión: It! The Terror Beyond the Other Space, que sirvió de base para Alien.

En su lecho de muerte finalizó el guión de The Man from Earth, al que dictaba a su hijo (también escritor) y que fue usado para una película de bajo presupuesto (algunos dicen que costó 200.000 dólares, otros menos) dirigida por Richard Schenkman.

¿El argumento? Un carismático profesor universitario, llamado John Oldman (David Lee Smith, que tuvo una breve aparición en Fight Club y Zodiac) se muda de un día para otro, luego de diez años de vida en la ciudad. Sus compañeros profesores deciden ir a la casa a despedirlo y entender el porqué de la decisión. John los invita a jugar un juego dialéctico: ¿qué pasaría si les dijera que es un hombre de Cromagnon que tiene 14.000 años de edad? A partir de allí, las teorías, los enojos, las implicancias sociales, empíricas, de salud y religiosas que dispara este juego; un juego que comienza a ser cada vez más real.

Una obra de teatro sobre una clase de filosofía, pero en video

La experiencia de The Man from Earth es cómo estar frente a una clase de filosofía, o a esos encuentros que gente como Darío Sztajnszrajber lleva a cabo explicando cómo la historia en general avanza y suena en concordancia a todos los instrumentos que la rodean (la religión, el conocimiento, las artes, las enfermedades, las guerras). Inteligentemente, el guión coloca al protagonista en el centro de atención de otros profesionales: de religión, historia, arte, antropología, hasta un psicólogo; pudiendo enfrentar todas las aristas de una discusión intrigante: ¿cómo viviría hoy un inmortal? ¿cómo conoce el mundo? ¿cómo entiende lo que lo rodea?

Nombres como Van Gogh, Cristobal Colón, y algún que otro mito religioso dan el presente en este cuento grabado en el que participan actores de culto como Tony Todd (Candyman, Final Destination, Night of the Living Dead), John Billingsley (Star Trek: Enterprise) y Richard Riehle (Body of Evidence, Casino, Office Space) entre otros.

Y mientras el relato de John avanza, nos vamos metiendo en su universo, en lo que cuenta. Y el ruido de las chispas de la estufa a leños nos envuelve y nos mete de lleno en una película que en una suerte de era pre-Dan Brown (Da Vinci Code), se documenta en los datos históricos y crea «respuestas» a los grandes interrogantes de la humanidad. ¿Es una película de ciencia ficción o un tratado filosófico?

Hablamos antes del poco presupuesto, esto también marida con una puesta formal y estética que no resiste el paso al HD. Además del hecho de suceder todo en una sola locación (hay que tener mucha mano para mantener la tensión), los fuera de foco, los planos toscos, la extraña composición y los saltos de luz son una constante en una película que a pesar de eso nos atrapa y conmueve. Un claro ejemplo de cómo el contenido le gana a la forma; de cómo seguimos siendo hombres en las cavernas, alrededor del fuego, esperando que nos cuenten historias.