«Civil War», cuando no podemos confiar ni en los héroes

por | 20-05-2018 | Comics, Cultura Pop, Reseñas | 0 Comentarios

En una galaxia muy cercana, hace algunos años…

El «Team-Up» entre personajes es un recurso común en el mundo de los comics. Personajes con peso propio uniendo fuerzas contra un enemigo común o un grupo de villanos. ¿Pero qué pasaría si ese enfrentamiento se diese entre los mismos héroes? ¿Qué sería del mundo si los encargados de protegerlo se dedican a intercambiar golpes? El debate moral, la posición abierta a debate, las posibilidades de cambio rotundos en un mundo estancado en la bipolaridad «bueno/malo», todo a disposición para remover la modorra que durante muchos años azotó el mundo de los comics…

Con todo este peso y responsabilidad encima nace Civil War a mitad de 2006, a través de la pluma de Mark Millar (Kick-Ass, The Ultimates, Superman: Red Son) y los foto-realistas pinceles de Steve McNiven (Wolverine: Old Man Logan, New Avengers). Pero no se dio de manera espontanea, Marvel Comics había editado un tiempo antes la saga House of M, que significó un éxito de ventas y volvía a poner en el tapete la necesidad de grandes reuniones de héroes.

Esta gran saga (que sirvió de caldo de cultivo de Civil War) unía a los dos grandes grupos de Marvel en ese momento: los New Avengers (con Brian Bendis a la cabeza; más Wolverine y Spider-Man como Avengers por primera vez…) y los Astonishing X-Men (con los increíbles guiones de Joss Whedon -el papá de los Avengers en el cine-).
¿La historia? Wanda Maxximof (Scarlett Witch, hija de Magneto, bruja de las posibilidades) se había vuelto loca (asesinado a dos Avengers , lo que propició el final de la colección y luego inicio de «New Avengers») y puesta a disposición de Charles Xavier y Magneto para su recuperación. Pero un poder incontrolable y afán por recuperar su vida la lleva a crear un nuevo mundo alternativo donde los mutantes controlan la Tierra y todos los héroes son felices; claro que una utopía nunca es lo que parece, así que allá van ciertos héroes a abrirles los ojos a todos y decirles «este mundo no es real». House of M se convirtió en un éxito de ventas total y le abrió los ojos a Marvel en la necesidad de crear una gran saga que sumara a TODOS los héroes y villanos de la Casa de las Ideas. Y así, todo comenzó…

Todo comenzó con una explosión…

Civil War arranca de manera… explosiva. Un combate entre los Nuevos Guerreros (un grupo de héroes jóvenes con reality show propio) y Nitro (un villano capaz de explotar y volver a reformarse, de tercera línea pero mortal) acaba mal, con éste último haciendo estallar un colectivo lleno de chicos que salían del colegio, en la ciudad de Stamford; todo para poder escapar. El asesinato provoca una reacción en cadena, donde el gobierno promulga un «Acta de Registro Superhumano» y los héroes deben acatarla exponiendo su identidad secreta, o ir a la cárcel. El mal manejo de los Nuevos Guerreros expone un miedo visceral por los «justicieros» y la necesidad de controlarlos (hipervínculo total con Watchmen, también en este número…).

La saga cuenta a través de siete números (e INCONTABLES tie-ins) como este Acta reestructura el mundo superheroíco marvelita con dos equipos bien diferenciados: los que apoyan el acta (Iron Man, Reed Richards de los Cuatro Fantásticos y Hank Pym a la cabeza) y los que se encuentran en contra (Captain America, Luke Cage y Falcon). La parte inteligente del relato que cuenta Millar es poner a «los que piensan» (los que están en el lobby, en las altas esferas) de un lado y «los que hacen» (los urbanos, los que caminan la calle) en otro, para luego mezclarlos y sorprender frente a las posiciones que toman ciertos héroes; héroes que ven sus relaciones humanas romperse o ponerse en duda para siempre.

Mientras se desarrolla el relato cada uno va tomando su lugar: Spider-Man revelando su identidad y poniendo en peligro su futuro (en complicidad con Tony Stark, que se convierte en tutor/padre postizo), los mutantes declarándose neutrales (salvo Bishop porque facho), Daredevil y Punisher apoyando al Capi, los Young Avengers recibiéndose de Avengers, Sue Richards y Jhonny Storm dividiendo los Cuatro Fantásticos (con separación de Reed incluída), los villanos reformándose y poniéndose a disposición del gobierno (convirtiéndose en los Nuevos Thunderbolts) y Wolverine persiguiendo a Nitro para hacerlo pagar por la muerte de los chicos en la escuela (porque es el mejor en lo que hace…).

Clones de héroes asesinando a otros héroes (como el caso de Thor, que se encontraba en ese momento inmerso en el Ragnarok), disputas, traiciones y jugadas políticas… nada escapa a esta historia que significó un antes y un después en el mundo de los superhéroes. Todo el mundo Marvel formando parte de un cisma que reformó para siempre la manera de contar historias.

Crónica de un final no-tan anunciado

La idea es no spoilear sobre el final de la historia (pero podemos contar que dicen las malas lenguas que Joss Whedon ofició de consultor para el cierre de la historia) pero con uno de los bandos vencido todo el universo se vio modificado (porque solo puede quedar uno…).
El fin de SHIELD, la muerte de un ícono superheroíco bien estadounidense, la vuelta al negro de cierto ya-no-tan-amistoso vecino arácnido, el surgimiento un tiempo después de los Dark Avengers (villanos haciéndose pasar por héroes, bajo la tutela de Norman Osborn desde las sombras) y muchas cosas (¡aliens!) que fueron encadenándose en sendas sagas como consecuencia del éxito que significó Civil War para las arcas de Marvel.

Dibujos espectaculares, escenas de acción a la altura de los más grandes blockbusters cinematográficos, gore, dilemas morales, espionaje y recontra espionaje… esta saga marcó el camino a seguir para el universo marvelita por todos los años siguientes.

En Argentina tenemos la suerte de tener acceso a la saga en varias ediciones en español. La primera fue la edición española que editó Panini hace algunos años atrás, pero luego de la edición que publicó escondidamente Clarín (ver recuadro «El Spider-Man Gate») tenemos actualmente DOS ediciones en la calle: una en tapa blanda editada por Ovni Press dentro de su «Colección Imprescindibles», y otra en tapa dura dentro de «La Colección Definitiva de Novelas Gráficas de Marvel» editada por Salvat. Así que no hay excusas para disfrutar de esta hermosa saga…

El Spider-Man Gate

«¡No pueden hacer la película sin Spider-Man, que Sony devuelva los derechos!», en tiempos de sobre información, todos son true fans y conocen al detalle lo concerniente a personajes, productoras y distribuidoras.
Cuando salió la noticia que la tercera película en «solitario» del Captain America sería sobre Civil War, algunos fanáticos saltaron a la yugular por la falta del arácnido.
Pero lo cierto es que la presencia de Spidey en la saga es accesoria, un simple detonante para algo mayor. Incluso se pasa de bando y nada se modifica, la búsqueda era el impacto de un personaje mayor mostrándose al mundo. Tan en desacuerdo estaba Marvel con la decisión que tomaron que un tiempo (muy cortito) después decidieron crear la saga «One More Day» (Un día más) donde Mary Jane hace un acuerdo con Mephisto para que todos olviden que Peter Parker es Spider-Man… inclusive ella misma.
Para el público argentino es más común la confusión, ya que el diario Clarín publicó la saga dentro de un coleccionable del trepamuros… pero no, no es TAN importante.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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