Cómplices del engaño: el amor en tiempos de posturas

por | 27-06-2024 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

Un nuevo sex-symbol que se reafirma

Richard Linklater es hábil como director, elige sus proyectos en un estandarte de diversidad donde pocos artistas se le animan. En Cómplices del engaño suma a un hegemónico en alza (Glen Powell) para una comedia negra con una estructura precisa de guión, de esas que ya no sobran. Un pseudo-policía encubierto, una mentira que crece y una femme-fatale.

¿De qué va?

Gary Johnson (Glen Powell) es el agente encubierto más buscado de Nueva Orleans. Para sus clientes, es el sicario ideal, cero errores, siempre un profesional. ​Esto  cambiará cuando rompa el protocolo para ayudar a una atractiva y desesperada mujer que intenta huir de su novio maltratador. Para esta misión Gary se convertirá en uno de sus falsos personajes y tendrá que decidir entre seguir con la misión o enamorarse sabiendo el peligro que los dos correrían.

La mejor manera de encarar Cómplices del engaño es ir sin saber a lo que uno se enfrenta. Mientras que en el poster el foco está puesto en la belleza de Glen Powell (que hace poco rompió internet con sus idas y vueltas con Sydney Sweeney) y Adria Arjona (hija de Ricardo, que hace poco rompió internet al confirmar su noviazgo con Jason Momoa), el fuerte está detrás.

Porque como todo buen engaño, el nombre del director se invisibiliza de la gráfica. Y allí reside su sorpresa.

Richard Linklater puede hacer la trilogía de Antes del Amanecer (Before Sunrise, 1995), un experimento como Boyhood (2014), un mega-éxito absoluto como Escuela de Rock (School of Rock, 2003) o una locura animada como Una mirada a la oscuridad (A Scanner Darkly, 2006).

Es imposible saber con qué te va a sorprender el director. Y lo mismo sucede con el actor protagonista.

Cómplices del engaño es una comedia negra con asesinatos y tensión. Algo con vibras de los hermanos Coen, pero con un espíritu más pasatista y auto-consciente.

Con algo de Peter Capusotto y sus videos y Dexter, el protagonista, -un profesor que a medio tiempo ejerce de “actor” para atrapar a personas que buscan asesinar y que para eso llaman a un sicario- se maquilla e interpreta a diferentes personajes, un asesino a pedido.

Pero es bonachón y todo cambia cuando rompe el protocolo para ayudar a una mujer a salvarse de ir presa.

La mujer en cuestión es Adria Arjona, que como en el género noir juega un papel ambivalente e intoxicante. Parece ser una mujer en peligro, pero puede convertirse en una asesina despiadada por temor. La fórmula exacta de una femme fatale.

Mientras su registro es un poco monocorde (con un buen timing para el humor), lo de Powell interpretando más de quince personajes es de una sutileza, comedia y sorpresa mayúsculas. Cada uno de sus “asesinos” casi que piden una película en sí misma.

Con una buena partida de personajes secundarios, su fuerte radica sin embargo en el guión. Mientras la puesta ayuda a la comedia y muestra lo que quiere mostrar, el espiral de descenso a la incomodidad está muy equilibrado y va tensionando hasta su irreversible final.

Cuando crees que va a ir para un lado, va hacia otro y desde allí construye y crece. Algo no demasiado común hoy en día.

Cómplices del engaño es un oasis de humor negro en un continente de resoluciones pasatistas y obvias. Una historia con desarrollo de tensión, con un final no apto para los politicamente-correctos pero que sin embargo tiene todo el sentido.

Esperemos que Richard Linklater (que oficia de guionista, al igual que el protagonista Powell) nos siga sorprendiendo por muchos años más.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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