Good Boy: Yo soy tu amigo fiel

por | 23-10-2025 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

Acompañamiento cánido

¿Un thriller sobrenatural protagonizado completamente por un perrito? Mis dos grandes pasiones se juntan en Good Boy, donde Indy (que resulta ser el cánido del director) se luce componiendo a un amigo fiel ante un ataque de seres oscuros.

¿De qué va?

La historia sigue a Todd, quien tras la muerte de un familiar se muda con su perro Indy a la antigua granja de su abuelo, un lugar con oscuros rumores de estar embrujado. Mientras Todd ignora las advertencias, Indy comienza a percibir presencias invisibles para los humanos. Sin poder comunicarse con palabras, el perro deberá enfrentarse a fuerzas malignas para proteger a su dueño, convirtiendo la lealtad en su arma más poderosa frente al horror.

Good Boy es una de las sorpresas del año. Tuvo un paso potente por diversos festivales de género, y se hizo viral muchos meses antes de ver algún fotograma. Los perros y los gatos son objeto de adoración, y Ben Leonberg -el director- lo comprendió a la perfección.

Sin embargo la campaña de marketing y comunicación que tan bien posicionó a la cinta, cometió un error primario: «vendió» a la película como «una de terror con un perrito». Se entiende la posibilidad de viralización a través de ese mecanismo comunicacional, pero a la vez construye una expectativa en el pacto con la visualización que le juega en contra.

Good Boy es un thriller sobrenatural que busca, a través de tropos arraigados al horror, discutir filosóficamente sobre la muerte, la propia decisión sobre los últimos momentos de vida, la situación de los dejados atrás, y el acompañamiento fiel incluso en los peores momentos. Como Together, usar el género para discutir temas ancestrales.

Es cuando se viste de película de terror que peor funciona. Terror entendido como tres jumpscares (situaciones de sorpresa, que se refuerzan con un sonido potente) que se repiten en situaciones similares y que nada suman a la historia que se relata. Y eso puede deberse a cierta inmadurez realizativa.

Sin embargo, cuando se construye el misterio, las luces y sombras, las formas difusas, y el tiempo de espera ante un leve movimiento en el fondo de un plano es cuando la historia más se engalana. La utilización del punto de vista de un animal reviste de extrañamiento desde un inicio, apostar a eso y reforzarlo es el mayor acierto.

Y hablemos de Indy. El perro protagonista es el alfa y omega de este proyecto. No imagino un escenario dónde Good Boy funcionase sin su estrella de cuatro patas. La capacidad de generar realidad que aporta a cada plano nos mete de lleno en el verosímil y nos hace empatizar desde que vemos flashbacks de su crecimiento en el inicio.

Las miradas, los tiempos, las sutilezas… Indy es la confirmación que la IA no tiene chances si apostamos por lo verdadero y vivo en el arte. Cada una de las situaciones que atraviesa nos hace experimentar exactamente el sentimiento que atraviesa siendo un cánido, tan potente que lo rellenamos de humanidad y completamos el circuito de construcción de constante temor que ostenta el relato.

Good Boy no es perfecta, incluso en el mensaje que busca transmitir termina siendo algo básica y convencional. Sin embargo, la utilización de un punto de vista atípico y tan bien administrado, y la construcción de un conflicto casi sin diálogos, la vuelven una pieza anómala y original.

Originalidad que tanta frescura aporta, tanto como cada uno de los planos donde Indy nos hace sentir la necesidad de ir a abrazar a nuestros perritos o gatitos, sabiendo que no son eternos, pero que seremos capaces de enfrentar a cualquier sombra que los venga a buscar.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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