El amor en tiempos de incertidumbre
En tiempos donde todo transcurre tan rápido, el poliamor parece una discusión de hace algunos años. Con la ideología de género y la batalla cultural en su punto más conflictivo, Somos Nosotros logra -a través de las risas- generar preguntas que construyen desde la incerticumbre.
¿De qué va?
Vemos cómo se sacuden las bases de una pareja feliz, cuando un tercero aparece en su relación. Las preguntas guardadas salen a la cancha: ¿Cuánto estás dispuesto a compartir con tu pareja? Esta obra te hace reír, te pone a dudar y te hace reflexionar sobre el amor de una manera que nunca imaginaste.
Hoy, los conceptos de la sobre información y la liquidez automática de las dudas a través de las redes, nos robaron la pregunta. El «¿Qué pasaría sí…?» se convierte en una aseveración que se promulga en la red social del pajarito ante el temor de no quedar como un ignorante.
Las discusiones sobre la tipificación del amor estuvieron en boga en tiempos previos a la pandemia. La idea del «amor libre» o lo poliamoroso fue tapa de revistas o motor de programas de espectáculos. Pero siempre abordándose desde el morbo.
Somos Nosotros hace otro camino. Enfrenta un tema del que poco conocemos desde una perspectiva cómica y liviana. Pero la pregunta está, no se la quita de encima, no le escapa. Nos pone frente al espejo de una posibilidad «¿Qué pasaría si mañana me enamoro de otra persona, además de mi pareja?».
Sofía Pachano y Fede Bal son una pareja establecida. Tienen un hijo de cinco años y ritos que ya realizan de memoria. Ella concurre todas las semanas a un club de lectura comandado por Denise Dumas, amiga de la pareja, que está casada con Lionel Arostegui.
Pero la aparición en ese club de un amigo de fútbol de Lionel, interpretado por Germán «Tripa» Tripel, pone el mundo de Sofía Pachano de cabeza. Ella comienza a sentir cosas por esta nueva persona, pero no por eso deja de amar a su pareja.
La primera mitad es el debate ético sobre callar o dialogar. Sobre escapar o enfrentar lo que se siente. Y todo esto, con la utilización del cuento Casa Tomada de Julio Cortázar de fondo, con alguna interpretación que puede dar a discusión.
La segunda mitad es cómo enfrentarnos a un nuevo mar de preguntas, dudas y sobre todo el terror a las miradas externas frente a la falta de «normalidad». Por esto, es importante el trabajo de la comedia y liviandad para no crear un clima tan denso que sea difícil de digerir.
El espacio es un lienzo en blanco que los actores y actrices usan a su favor. El mobiliaro blanco sólo se modifica con el color de las luces, puede ser un salón, un comedor, un auto… todo se construye a través de las entradas y salidas, y los diálogos directos.
Bal y Pachano crean una pareja que se siente «real», en contraposición a la pareja de Dumas y Arostegui, que apelan más a la exageración italo-argentina aromatizada con gritos y exageraciones. Tripel vuelve a construir desde su costado más rocker, en un papel similar al de School of Rock con un par de cambios menos.
Somos Nosotros es efectiva y hace reír. El juego del espacio permite enforcarnos más en las actuaciones y lo dicho, dejando filtrar por debajo lo más rico de la experiencia: la posibilidad de irnos con preguntas y el halo de incertidumbre hambrienta que genera el «¿Qué pasaría si…?»
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