Un completo desconocido: el acorde eterno

por | 03-02-2025 | Cine, Reseñas | 0 Comentarios

El hijo de la lágrima

Un director todo terreno como James Mangold se une a la estrella del momento Timothée Chalamet para contar un momento de la vida del primer músico en ganar un premio Nobel de literatura: Bob Dylan. Un completo desconocido no es sólo un registro histórico, es además un posicionamiento filosófico.

¿De qué va?

Ambientada en la vibrante escena musical neoyorquina de principios de los 60´ en pleno revuelo cultural, un enigmático joven de 19 años de Minnesota llega al West Village con su guitarra y un talento revolucionario, destinado a cambiar el curso de la música estadounidense. Mientras entabla sus relaciones más íntimas durante su ascenso a la fama, se siente insatisfecho con el movimiento folk y, negándose a ser encasillado, toma una decisión controversial que resuena culturalmente en todo el mundo.

El camino a los premios Oscar siempre concentra prodes, esperanzas y lugares comunes. Un completo desconocido marca muchas de las «características oscareables«, ¿pero es más que eso?

Un completo desconocido es más que simplemente una búsqueda por llevarse los premios en la jornada de idem. Como la figura de Bob Dylan fue más que simplemente un cantante folk con acordes sencillos y letras profundas.

La historia, basada en un libro, se desarrolla de 1961 a 1965, un momento seminal en Estados Unidos. La guerra contra el racismo que llevo a la muerte de Malcom X, el asesinato de Kennedy, la crisis de los misiles en Cuba… y la llegada de una nueva ola musical en su punto máximo con la aparición de cuatro loquitos en Inglaterra.

Todo esto es anecdótico, y funciona como sostén y melodía para ver el crecimiento de un músico que busca su lugar, aunque no tiene bien claro cuál es.

Bob Dylan es un rufían, un juglar mentiroso que usa las palabras como dagas. Un eterno inconformista que transmuta su frustración en canciones. Nada es verdad, todo es construcción de ella. Timothée Chalamet ofrece una visión algo desprolija del personaje, pero funciona.

El momento histórico y la eterna lucha entre el conservadurismo y el progresismo rebelde se ve claramente en la lucha de Pete Seeger, un cantante folk que busca que ese género se convierta en popular, interpretado de manera hermosa por Edward Norton. La búsqueda llena de matices, pero terrenalmente humana, conmueve incluso cuando se equivoca.

Elle Fanning y Monica Barbaro configuran el triángulo amoroso que guiara las idas y vueltas de Bob intentando encontrar su lugar en el mundo.

El arte y vestuario de la Nueva York de fines de 1960 es una suerte de entelequia aesthetic que relaja y magnifica la vista en cada plano. Cada edificio, cada instrumento, cada esquina… todo parece salir de un cuidado dominio de Pinterest. El grano y la iluminación lo potencian, llevándolo a un espectáculo audiovisual completo.

Espectáculo que no sería completo sin las canciones. Una playlist infinita de wholesome, donde cada inicio de acorde te transporta a algún momento de tu vida… hayas vivido o no esa ola musical. Cada uno de los temas es un clásico absoluto que funciona como herencia de una generación.

Todo se resume a los conservadores evitando la ola nueva de la música rock, y a un trovador trotamundos que no se haya en ninguno de esos dos mundos. La aparición de Johnny Cash (que el director James Mangold ya retrató en Johnny & June: Pasión y locura), interpretado por Boyd Holbrook, potencia un multiverso musical que da gusto compartir.

Un completo desconocido no busca sorprender desde su lenguaje, ni ser disruptivo desde su narrativa. Cuenta una historia durante más de dos horas (que no se sienten tales), transportándonos a un mundo en donde los tiempos están cambiando. Una suerte de alquimia de elementos que terminan en una orquesta perfecta.

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Elian Aguilar
Escritor, cineasta, fanático de los comics, las peliculas y las series. Geek desde temprana edad, cuando descubrí que los kryptonianos podían morir y que existía la alegría a 24 fotogramas por segundo. Coleccionista acérrimo que no mide el espacio de sus colecciones. La revista Cine Fantástico y Bizarro me hace feliz y el Festival de Cine de Género Buenos Aires Rojo Sangre es mi lugar en el mundo.

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